Células madre: el futuro de la odontología | A menudo escuchamos que las células madre se extraen de la médula ósea y sirven para tratar diferentes enfermedades cuya cura aún no se ha descubierto. Sin embargo, hay mucha más información poco compartida y que podría suponer el futuro de la odontología.

Las células madre: ¿qué son?

Las células madre son aquellas células encontradas en el cuerpo que sirven como un sistema de reparación del organismo, pues tienen la capacidad de convertirse en muchos tipos diferentes de células. Estas se diferencian del resto de células en que pueden dividirse y renovarse en cualquier momento y que, a pesar de no cumplir ninguna función específica en el cuerpo, pueden convertirse en células especializadas, como las células de la sangre, de los huesos o del corazón y realizar sus funciones.

¿Cómo se relacionan la odontología y las células madre?

En adultos, las células madre suelen extraerse de la médula ósea, una intervención que suele generar temor y dudas. Sin embargo, estudios recientes han descubierto que las células madre de la pulpa del diente de leche (la parte blanda de su interior) comparten muchas características con aquellas encontradas en la médula ósea. Esto significa que podríamos extraer células madre de los dientes de leche y utilizarlas del mismo modo que otras células madre adultas. Hay dos ensayos clínicos aprobados que actualmente se están llevando a cabo y que sin duda revolucionarán el mundo de la genética dental.

¿Mis dientes podrían salvar mis dientes?

¡La respuesta es sí! Y no solo eso: tus dientes podrían salvar otros huesos de tu cara y de todo tu cuerpo. Los estudios confirman que, al entrar en contacto con un nuevo biomaterial, las células de la pulpa del diente de leche pueden regenerar la parte viva del diente estimulando las células madre, las cuales se dividen hasta regenerar el tejido dañado del diente.

Por otro lado, las células madre también podrían utilizarse para regenerar el hueso del maxilar o de otra parte de la cara que haya sufrido un accidente grave y necesite implantes dentales. De esta manera, se regenera el tejido en lugar de acudir a injertos de hueso para poder colocar el implante.

Lo que se espera del futuro (esperemos, no muy lejano) en este ámbito, es que los odontólogos puedan ser capaces de colocar células madre en las encías, sin necesidad de perforaciones e implantes, y que estas den lugar a un nuevo diente vivo, 100% compatible con el paciente, pues es creado a partir de sus propias células madre.

¿Todo esto te suena a ciencia ficción? Pues no dudes de que en algunos años —esperemos que menos de diez— estos serán tratamientos más comunes que los que usamos actualmente. Los estudios están siendo conducidos en diferentes partes del mundo, solo nos queda esperar a los resultados y ser parte de la revolución de la odontología.

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