El blanqueamiento dental no es algo que se deba tomar a la ligera, ni mucho menos intentarlo en casa por nuestros propios medios. Cuando hablamos de salud oral, es mejor confiar en un especialista, y no en tantas “recetas” que encontramos en internet. En este artículo te aconsejamos qué hacer si quieres blanquear tus dientes y lucir una sonrisa perfecta.
El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que busca reducir el tono de los dientes para lograr una dentadura más blanca. Ya sea por hábitos alimenticios como consumir mucho café o alimentos altos en colorantes, como por el desgaste natural de los dientes, el blanqueamiento dental trabaja en las capas externas de los dientes para lograr el color ideal.
Hoy en día, gracias al internet, tenemos acceso a diferentes fórmulas para seguir, en casa, tratamientos que otrora seguiríamos en el consultorio de un especialista. Uno de ellos es el blanqueamiento dental. Si navegamos por la web, encontraremos recetas caseras con ingredientes que van desde el bicarbonato de sodio y jugo de limón, hasta las fresas y el vinagre de manzana. Pero, ¿serán eficientes estos tratamientos? Y, más importante aún, ¿serán inocuos?
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La respuesta es no. Los tratamientos dentales caseros no solo no tienen resultados tan eficientes y a largo plazo como los realizados por el odontólogo, sino que también son peligrosos. Debido a sus componentes abrasivos, los tratamientos caseros no limpian el diente, sino que lo raspan y, al rasparlo, da la apariencia de estar más blanco. Sin embargo, este procedimiento producirá la pérdida del esmalte y sensibilidad extrema en nuestros dientes. ¿Por qué esto es un problema? El esmalte es el único tejido del cuerpo humano que no se reproduce. Es decir, el esmalte que perdemos se pierde para siempre.
Cuando queremos darle un cambio a nuestra sonrisa, lo ideal es visitar a nuestro odontólogo. Es el especialista quien, luego de una evaluación, nos dirá cuál tratamiento es el que más nos conviene, pues cada paciente es único, por lo que los tratamientos deben ser personalizados a sus necesidades. Con la asesoría de tu dentista, escogerás si te sometes a un blanqueamiento en clínica, ambulatorio, mixto o interno. Todo esto dependerá de tu presupuesto, tiempo y nivel de manchas en tus dientes.
Sea lo que sea, recuerda que “lo barato sale caro” y, cuando se trata de nuestra salud, lo mejor será siempre dejarla en manos de un especialista.
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